Relojes de arena

Tiempo. A veces juega a favor y otras en contra. Hace mucho que no tenia pesadillas sin ni siquiera estar dormida. O creo que hace mucho no sentía terror autentico por la perdida de alguien. Te acostumbras a la normalidad y a la costumbre de una vida la cual te llena y te hace feliz, de una manera u otra. Las personas que te rodean son piezas fundamentales de todo lo que representa tu universo, y no imaginas que pasara cuando falte una. El tiempo, como comencé hablando, no te da chance de tomar un descanso y respirar, para poder ponerte al tanto de todo lo que ha pasado, y de cuanto ha pasado en un abrir y cerrar de ojos. El tiempo, te pasa factura, te cambia de lugar y te voltea todas las piezas sin pedirte permiso... apenas y te da tiempo de asimilar. Tu universo va cambiando.

Antes no le prestaba tanta atención a ese "pasar del tiempo" que puedes ver en una pelicula, como empieza la pelicula con el protagonista de niño joven y lleno de vida, y sus padres tambien jovenes y todo es felicidad. Y de repente ya el niño creció y los padres estan viejitos y todo va cambiando, y el circulo de vida va girando, hasta que ya, aquel niño protagonista, es ahora el viejito y todo cambia. Creo que pocas veces somos concientes de lo rápido que pasa todo eso.

Vives haciendote el loco, como decimos nosotros. Vives dejando todo para después, creo que más por el temor de asumirlo que por cualquier otra cosa. Te haces fuerte, te preparas, te entrenas para cualquier situación que se pueda presentar inesperadamente. Pero todo eso se desvanece cuando llega el momento. Asi lo hago yo, así lo hice la primera vez. Asi hice con mi mama.

Tenía 10 años, no contaba con muchas ideas para enfrentar esa situación. Solo hice lo que pense que podría ayudar, me entrené. Semana tras semana me entrenaba mentalmente para cuando llegara aquel momento en que me sentaran y buscaran la mejor manera de explicarme lo sucedido. Me entrenaba mentalmente, sentimentalmente. Le explicaba a mi corazón lo que podría pasar, y como debia reaccionar al respecto. " Debes estar calmado", le decía. " No debes llorar, ni romperte en mil pedazos". Me creia fuerte y lista para lo peor. Tenía 10 años, no tenía la más minima idea.

Hoy, han pasado 21 años, y aun aplico la misma práctica. Me entreno. Creo que no se me ha ocurrido algo mejor porque enterré en lo más profundo aquel sentimiento de pérdida, y no permiti que saliera ni siquiera para tomar aire. Anoche, la caja pandora estalló, disparando todos los sentimientos y temores por toda la habitación, ahogandome en una nube tan espesa que no podia respirar, invadiendo todos mis sentidos y mis pensamientos. Mis pensamientos se volvieron temerosos, tristes y desesperados. Sentí la pérdida muy cerca, me invadió el vacio que sentí 21 años atrás. Estaba confundida, no entendía lo que me pasaba, no entendía como podía temer algo que no estaba pasando, al menos ahora. No lograba explicarme que la vida es así, que tu mejor que nadie lo sabes!! "Tu sabes que es así" me repetía, "¿por qué tienes tanto miedo?" me preguntaba. Se supone que yo estoy preparada para cuando vuelva a pasar. Se supone, se supone, se supone.

Y volví a recordar que toda mi preparación no habia servido para nada. Recordé que nada es posible de contolar, que no depende de mi, ni de nadie más. Que no es algo con lo que pueda luchar, por mucho que intente. Que debo asumir, y aceptar cada vez que pase. Y que nunca pero nunca, debo olvidar aquel sentimiento y esconderlo; porque mientras mas lo alejes, mas duro te va golpear cuando vuelva. 

Sin embargo, ahora no es tiempo de sentirlo. No pasa nada malo, todo está relativamente bien. No me faltan piezas. No debo atraerlo, ni debo adelantarme a cosas que no son. Solamente llegó para recordarme que es inevitable. Y que debo estar preparada, incluso que puedo seguir entrenandome, porque al menos haciendolo me mantengo cerca de esa realidad. Estoy lejos, eso tampoco ayuda. Una de las grandes desventajas del que vive lejos de sus seres queridos, es la incertidumbre de que algo pase y tu no estés, o que no llegues a tiempo. Todo el que vive lejos lo vive y lo siente, es la ruleta rusa que jugamos al abandonar nuestro hogar. Es el sentimiento de culpa que te martillea la cabeza todos los dias. Que te hace sentir como la peor persona en el mundo. Por eso son pocos los que al final lo logran, no es fácil dormir todas las noches teniendo que poner en una balanza la vida que tu estás comenzando y las vidas que dejas atrás.