Los amigos de 4 patas

Uy tenía mucho rato sin pasar por acá, que mal no? Eso de la cotidianidad a veces te quita tiempo de hacer aquellas cosas que son las que más te gustan y apasionan; a eso se le llama, MUNDO REAL! jaja. Bueno, cambiando de tema, a lo que voy!

Hoy pense dedicar estas cortas palabras al mejor amigo del hombre, que muchas veces es hasta más leal y fiel que el mismo hombre, pero que lamentablemente a veces el hombre no lo es con el.Todos, o casi todos hemos tenido un perro en nuestras vidas, y en especial durante la infancia. Yo tuve cinco, en distintas etapas de mi vida claro, y a cada uno los recuerdo cada tanto. A Petilu no la recuerdo porque estaba muy pequeña, pero lloré mucho cuando Belle mi primer Cocker murió, y cuando Linda se escapó e incluso cuando tuve que regalar a Bobby y Ziggy ( si, les faltó el apellido Marley lo se). Y es así, son parte de la familia y sería hasta tonto pensar que un dueño no los quiera.


Pensé en esto porque justo iba caminando y me encontré con algo- muy común- pero que esta vez me dió mucha rabia, o sea, siempre me molesta pero hoy incluso le di esa mirada asesina al Señor que llevaba al perrito. Todos hemos visto alguna vez, el típico dueño que va "paseando" al pobre animal, y de repente al perro se le ocurre sentarse por un minuto, que va saber uno las razones por las cuales el perro se sienta, pero se sienta por algo! Y entonces el señor amo lo que hace es halarlo por el cuello obligandolo a caminar., arrastrandolo por todo el asfalto.  No es que el perro esté ladrandole a una viejita que está pasando por su lado, o se quiere comer a un bebé que va en el coche, y ni siquiera es que se antojo de hacer sus necesidades justo frente las mesas del café de la esquina, solo se sentó!! 
A ver señores, si no le gusta sacar a pasear a su perro, entonces paguele a un caminador de perro- ummm aunque a veces estos son peores-o mejor no tenga perro y punto. Porque seamos honestos, tener perros, y en especial en ciudades donde casi todas las personas viven en departamentos, es algo complicado. Se los digo yo, que me encantan los amigos peludos de cuatro patas, pero el solo hecho de pensar todo lo que eso conlleva, me conformo con verlos en la calle y el parque. 

Y lo digo porque en mi casa hubo la intención de adoptar un perrito. Es un tema que nos tomó meses de discusión porque tanto a mi novio como a mi nos gustan mucho, pero de razas distintas. Como típica niña, me gustan los que yo considero "perros cute", en cambio, a mi novio, aunque no necesariamente pedía un rotweiller o pitbull, el prefería otros. Si, ya deben haberse hecho una idea de cuales son no? Pues yo quería un yorkshire, schnauzer miniatura o el west terrier (si demasiado niña lo se). En cambio mi novio va más por la onda bulldog francés, Pug o Jack Russel (que el Jack si me gusta pero son demasiado hiperactivos para mis gustos). Entonces que paso? Bueno, luego de mucho debatir y analizar por fín escogimos democraticamente al Beagle como nuevo miembro de la familia, comenzamos a buscarlo, preguntamos en distintos criaderos por fechas, precios etc. Les confieso que ya ni recuerdo la fecha que nos habían dado, y la verdad no me importa ya, porque aunque me encantaría tener un amiguito que me rompa los zapatos, es todo un trabajo y compromiso que hay que asumir, y por ahora no podría dedicarle el tiempo que quisera. 


Con esto quiero decirles, que cuando decidan adoptar a un perro, que de verdad tengan toda la intención de tratarlos bien y quererlos, porque sea de raza o no merecen el mismo cariño. Habrán días que no querran sacarlos a pasear, que amaneceran con resaca, hará mucho frío o que sencillamente prefieran quedarse en el sillón viendo la tele; pero que de igual modo tendrán que sacarlo a pasear, asi que hagan un esfuerzo por ir con toda la buena voluntad que puedan tener, y eviten arrastrar al perrito si por 2 minutos decide sentarse a ver la vitrina de una tienda de mascota.

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